Es poco frecuente la familia nuclear, en la que el marido sale a trabajar mientras la mujer se queda en casa cuidando de los hijos (15% de las familias).
Al menos un tercio de los matrimonios acaban en separación, lo que da lugar a problemas psicosociales que se plantean al médico de familia.
Los médicos que trabajan con familias deben evitar ser directivos y asumir demasiada responsabilidad por el bienestar de la familia, pues de lo contrario puede desarrollarse una dependencia malsana.
Las familias deben ser educadas para prepararse para los cambios normales del desarrollo familiar y para hacer frente al impacto de la enfermedad dentro de la familia.
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