Si la artritis reumatoide afecta a las articulaciones del tobillo y el retropié, los primeros síntomas son dolor e hinchazón alrededor del tobillo. Aumenta la dificultad para caminar. Más tarde aparece la deformidad.
En la exploración, la hinchazón y la sensibilidad se localizan en la parte posterior del maléolo medial - tenosinovitis del tibial posterior - y/o en el maléolo lateral - tenosinovitis del peroneo. Es menos frecuente que se inflame la articulación del tobillo y que se restrinjan los movimientos de esta articulación. Puede haber una restricción dolorosa de la inversión y la eversión. Más adelante en la afección, el tendón del tibial posterior puede romperse o, debido a la erosión progresiva de las articulaciones tarsianas, volverse ineficaz. Se produce una deformidad en valgo progresiva de los pies.
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