La medición precisa de la tasa de filtración glomerular mediante una prueba de depuración requiere la determinación de las concentraciones en plasma y orina de una sustancia que se filtra libremente en el glomérulo y que no es reabsorbida ni secretada por los túbulos renales. Su concentración en plasma debe permanecer constante durante todo el periodo de recogida de orina.
La creatinina se utiliza a menudo para evaluar la TFG, aunque no cumple todos los requisitos anteriores. Se filtra libremente, pero una pequeña cantidad se reabsorbe, y una cantidad mayor, hasta el 10% de la creatinina urinaria, resulta de la secreción tubular. A medida que disminuye la TFG, el aclaramiento de creatinina se desvía más de la TFG real.
Un aclaramiento de creatinina normal es de 100-150 ml/min. Puede alcanzar los 200 ml/min durante el embarazo. Un aclaramiento inferior a 80 ml/min es significativo, excepto en personas mayores de 80 años.
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