Asma (relacionada con el ejercicio)

Algunos pacientes pueden experimentar asma inducida por el ejercicio y tener pocos o ningún síntoma en otras ocasiones.

El asma inducida por el ejercicio es el asma provocada por el esfuerzo físico. Para la mayoría de los pacientes, la actividad física es un precipitante importante y en los niños puede ser el único precipitante significativo (1,2).

• en los pacientes se observan síntomas típicos de asma (en algunos casos una tos molesta) que se resuelve espontáneamente en 30-45 minutos
• los síntomas rara vez se producen durante el ejercicio y suelen aparecer entre 5 y 10 minutos después de haberlo completado
• algunas formas de ejercicio, como correr, son desencadenantes más potentes, mientras que la natación es el ejercicio con menos probabilidades de provocar asma inducida por el ejercicio (2)
• puede producirse en cualquier condición climática, pero es más probable que se desarrolle cuando los pacientes respiran aire seco y frío (menos frecuente en condiciones de calor y humedad) (1)

El diagnóstico puede lograrse observando una rápida mejoría

• de los síntomas posteriores al esfuerzo tras el uso de agonistas beta2 inhalados o
• la prevención de los síntomas mediante el tratamiento previo con un agonista beta2 inhalado antes del ejercicio (1)

Los síntomas inducidos por el ejercicio pueden ser la única característica de presentación en algunos niños asmáticos. En estos pacientes (o en caso de duda sobre el diagnóstico) puede realizarse fácilmente una prueba de esfuerzo para establecer un diagnóstico firme de asma (1).

Referencias:

• (1) Iniciativa Global para el Asma (2010). Estrategia mundial para el tratamiento y la prevención del asma
• (2) John Rees, Dipak Kanabar, Shriti Pattani. ABC del asma, 6ª edición