Si se produce una obstrucción súbita de las vías respiratorias superiores con sus signos característicos de dificultad respiratoria aguda asociada a tos, arcadas o estridor, se sospecha firmemente la inhalación de un cuerpo extraño y es necesario actuar de inmediato para prevenir la insuficiencia respiratoria (1).
Naturalmente, el niño reaccionaría inmediatamente ante el cuerpo extraño tosiendo en un intento de expulsarlo. Si la tos es nula o ineficaz y el objeto obstruye completamente las vías respiratorias, el niño se asfixiará rápidamente.
Por lo tanto, las intervenciones activas para aliviar el atragantamiento sólo son necesarias cuando la tos se vuelve ineficaz, pero entonces deben iniciarse rápidamente y con seguridad (1).
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