Es importante abordar con los pacientes, padres y cuidadores la preocupación por evitar los desencadenantes ambientales, dietéticos y de otro tipo del asma (1).
Tratamiento no farmacológico del asma:
Existe una percepción común entre pacientes y cuidadores de que hay numerosos desencadenantes ambientales, dietéticos y de otro tipo del asma y que evitarlos mejorará el asma y reducirá la necesidad de farmacoterapia. Las pruebas de que el tratamiento no farmacológico es eficaz pueden ser difíciles de obtener y se necesitan más estudios de intervención bien controlados.
Prevención primaria:
- La prevención primaria se refiere a las intervenciones introducidas antes de la aparición de la enfermedad y diseñadas para reducir su incidencia:
- Las medidas para reducir la exposición en el útero o en los primeros años de vida a un único aeroalérgeno, como los ácaros del polvo doméstico o los animales domésticos, o a un único alérgeno alimentario, no se recomiendan para la prevención primaria del asma.
- Para los niños con riesgo de desarrollar asma, se pueden considerar intervenciones complejas y multifacéticas dirigidas a múltiples alérgenos en familias capaces de hacer frente a los costes, demandas e inconvenientes de un programa tan exigente.
- En ausencia de cualquier evidencia de beneficio y dado el potencial de efectos adversos, no se recomienda evitar los alérgenos alimentarios durante el embarazo y la lactancia como estrategia para prevenir el asma infantil.
- Debe fomentarse la lactancia materna por sus numerosos beneficios, incluido un posible efecto protector en relación con el asma precoz.
- a los niños obesos y con sobrepeso se les deben ofrecer programas de pérdida de peso para reducir la probabilidad de que presenten síntomas respiratorios sugestivos de asma.
- Los padres actuales y futuros deben ser advertidos de los muchos efectos adversos que el tabaquismo tiene sobre sus hijos, incluyendo un aumento de las sibilancias en la infancia y un mayor riesgo de asma persistente.
Prevención secundaria:
- La prevención secundaria se refiere a las intervenciones introducidas tras la aparición de la enfermedad para reducir su impacto:
- los métodos físicos y químicos para reducir los niveles de ácaros del polvo doméstico en el hogar (incluidos los acaricidas, las fundas para colchones, la limpieza con aspiradora, la calefacción, la ventilación, la congelación, el lavado, la filtración del aire y los ionizadores) deben no ser recomendados sistemáticamente por los profesionales sanitarios para el tratamiento del asma.
- las personas asmáticas y los padres de niños asmáticos deben ser advertidos de los peligros del tabaquismo y de la exposición pasiva al humo del tabaco, y se les debe ofrecer el apoyo adecuado para dejar de fumar
- las intervenciones para perder peso (incluidos los programas dietéticos y de ejercicio físico) deben considerarse para los adultos y niños asmáticos con sobrepeso y obesidad, con el fin de mejorar el control del asma
- los ionizadores de aire no se recomiendan en recomendados para el tratamiento del asma
- los programas de ejercicios respiratorios (incluidos los métodos presenciales impartidos por fisioterapeutas y los programas audiovisuales) pueden ofrecerse a los adultos con asma como coadyuvantes del tratamiento farmacológico para mejorar la calidad de vida y reducir los síntomas
Referencia:
- British Thoracic Society (BTS)/Scottish Intercollegiate Guidelines Network (SIGN) 2019. Guía británica sobre el manejo del asma. Una guía clínica nacional.