La historia suele ser una caída por una escalera, o un tropiezo con un obstáculo inesperado, en el que el tobillo se tuerce gravemente bajo la pierna. El tobillo se hincha rápidamente y la lesión puede causar una deformidad marcada.
En la exploración, el tobillo puede estar sensible en ambos lados (debido a la lesión de ambos maléolos).
Deben tomarse radiografías del tobillo desde al menos tres ángulos diferentes para poder apreciar la naturaleza de la lesión. También puede ser necesario descartar una fractura proximal del peroné.
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