En el embarazo puede observarse un aumento de los síntomas de la miastenia gravis, pero con un tratamiento multidisciplinar adecuado, el embarazo no suele asociarse a resultados adversos.
En un estudio de 35 embarazos en 21 pacientes con MG (1) hubo 30 nacidos vivos. Los síntomas del 50% de las mujeres empeoraron en el segundo trimestre (normalmente aquellas con MG más grave); el otro 50% mejoraron o permanecieron estables.
Hubo un aumento de la rotura prematura de membranas (25,8%) y las complicaciones más graves fueron el aborto (11,4%) y la muerte fetal (2,9%). Se practicó cesárea en dos tercios de los partos y se utilizó anestesia raquídea en el 73,3%. Se observó MG neonatal en el 12,9% de los recién nacidos vivos, y no se encontraron factores predictores.
Referencia:
- Ducci RD, Lorenzoni PJ, Kay CS, et al. Seguimiento clínico del embarazo en pacientes con miastenia gravis. Neuromuscul Disord. 2017 Abr;27(4):352-57.
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