El diagnóstico del síndrome de las piernas inquietas (SPI) se basa en la anamnesis y la exploración física del paciente. Las pruebas de laboratorio pueden identificar causas secundarias del SPI (1).
El Grupo Internacional de Estudio del Síndrome de las Piernas Inquietas (IRLSSG) ha propuesto cuatro criterios esenciales para el diagnóstico del SPI.
- una necesidad irresistible de mover las piernas que suele ir acompañada o estar causada por sensaciones incómodas y desagradables en las piernas.
- Los pacientes pueden describir la sensación como "quemazón", "sensaciones espeluznantes", "corrientes eléctricas" o "cola en las venas". (2,3)
- puede afectar a toda la pierna o a parte de ella
- también pueden verse afectados los hombros, los brazos y el tronco (3)
- la necesidad de moverse y las sensaciones desagradables pueden comenzar o exacerbarse con el reposo o la inactividad, por ejemplo, al estar tumbado o sentado
- la necesidad de moverse y las sensaciones desagradables pueden aliviarse total o parcialmente con el movimiento (o frotando las piernas y con baños calientes/fríos) (2,3)
- la necesidad de moverse y las sensaciones desagradables empeoran al atardecer o por la noche (2)
El diagnóstico de la enfermedad se apoya en tres características clínicas
- mejoría de los síntomas con el uso de agentes dopaminérgicos
- movimientos periódicos de las extremidades durante el sueño (PLMS)
- antecedentes familiares (2)
Las características asociadas de la enfermedad incluyen
- curso clínico progresivo (en la mayoría de los casos)
- trastornos del sueño (2)
Las pruebas de laboratorio utilizadas en el SPI son
- si el examen neurológico sugiere una neuropatía periférica asociada o una radiculopatía, deben realizarse estudios electromiográficos y de conducción nerviosa para documentar estos trastornos (3)
- análisis de sangre
- ferritina sérica: el síndrome de las piernas inquietas se asocia con frecuencia a una carencia de hierro
- tiroides, glucosa en ayunas, B12, folato
- polisomnografía - puede utilizarse en el SPI grave y el insomnio (2)
Referencia: