La fisiología de los iones calcio y fosfato está estrechamente relacionada:
- si el producto de la concentración de cada ion supera un valor que se denomina su producto de solubilidad, precipitan fuera de la solución. Esto puede dar lugar a una nueva mineralización dentro del hueso o a una calcificación ectópica. A la inversa, el equilibrio hace que un ion se reabsorba del hueso si la concentración del otro disminuye. Por lo tanto, un descenso importante de la concentración plasmática de fosfato puede provocar hipercalcemia.
- la hormona paratiroidea provoca la reabsorción renal de calcio pero reduce la reabsorción de fosfato
- el 1,25-dihidrocolecalciferol favorece la absorción gastrointestinal tanto del calcio como del fosfato
Sin embargo, a diferencia de la concentración plasmática libre e ionizada de calcio, la concentración de fosfato ionizado fluctúa considerablemente a lo largo del día.