El principal objetivo del tratamiento es identificar precozmente el glaucoma congénito primario y tratarlo con cirugía para normalizar la presión intraocular (PIO) y minimizar los daños a la visión (1).
La goniotomía es el tratamiento de elección: se practica una incisión en el ángulo ocluido de la cámara anterior para restablecer el flujo de salida. Tiene éxito en el 70-80% de los casos. La operación puede fracasar debido a la respuesta fibrótica del ojo joven a la fístula artificial.
La trabeculotomía también se utiliza como opción quirúrgica. Es útil cuando la córnea está nebulosa u opaca (1)
En ausencia de tratamiento precoz, a menudo se desarrolla ceguera. La manifestación precoz de la enfermedad se asocia a un peor pronóstico.
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