Para que un tumor invada y se infiltre localmente, sus células deben adquirir la capacidad de proliferar y avanzar en la matriz extracelular. Las membranas basales son una de las primeras barreras que hay que atravesar y esto lo pueden conseguir las células tumorales:
La interacción dinámica de este tipo de interacciones garantiza que la célula pueda fijarse en un punto en la dirección en la que va a avanzar. Sin embargo, debe crearse un espacio en el que la célula pueda moverse: esto se consigue principalmente mediante la degradación de la matriz extracelular. Por ejemplo, el fibrosarcoma humano puede utilizar una enzima colagenasa de tipo IV. También se secretan otras enzimas, como elastasas y plasmina, para descomponer la matriz no colágena. Las células cancerosas también pueden avanzar indirectamente estimulando a las células huésped para que segreguen enzimas proteolíticas.
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