la base de pruebas para el tratamiento farmacológico de la anorexia nerviosa es limitada. Pueden utilizarse diversos fármacos para el tratamiento de afecciones comórbidas, pero debe tenerse precaución con su uso dada la vulnerabilidad física de muchas personas con anorexia nerviosa.
la medicación no debe utilizarse como tratamiento único o principal de la anorexia nerviosa (1)
debe tenerse precaución en el uso de medicación para trastornos comórbidos como los rasgos depresivos u obsesivo-compulsivos, ya que pueden resolverse sólo con el aumento de peso
NICE sugiere
Gestión de riesgos de la medicación
cuando se prescriba medicación a personas con un trastorno de la conducta alimentaria y enfermedades mentales o físicas comórbidas, tener en cuenta el impacto que la malnutrición y las conductas compensatorias pueden tener sobre la eficacia de la medicación y el riesgo de efectos secundarios
cuando se prescriba a personas con un trastorno alimentario y una comorbilidad, evaluar cómo afectará el trastorno alimentario a la adherencia a la medicación (por ejemplo, en el caso de medicación que pueda afectar al peso corporal)
cuando se prescriba a personas con un trastorno alimentario, tener en cuenta los riesgos de la medicación que pueden comprometer la salud física debido a complicaciones médicas preexistentes
ofrecer una monitorización del ECG a las personas con un trastorno alimentario que estén tomando medicación que pueda comprometer el funcionamiento cardíaco (incluida la medicación que pueda causar un desequilibrio electrolítico, bradicardia por debajo de 40 latidos por minuto, hipopotasemia o un intervalo QT prolongado).
las orientaciones anteriores también sugerían (3):
los profesionales sanitarios deben ser conscientes del riesgo de los fármacos que prolongan el intervalo QTc en el ECG; por ejemplo, los antipsicóticos, los antidepresivos tricíclicos, los antibióticos macrólidos y algunos antihistamínicos. En pacientes con anorexia nerviosa con riesgo de complicaciones cardiacas, debe evitarse la prescripción de fármacos con efectos secundarios que puedan comprometer el funcionamiento cardiaco.
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