Prueba del impulso cefálico
Este método de investigación debe utilizarse con cuidado en pacientes con patología cervical, ya que implica un rápido reposicionamiento de la cabeza (2).
Normalmente, el clínico que realiza la prueba se sienta cara a cara con el paciente y le sujeta la cabeza por delante. Se aconseja al paciente que fije la mirada en un objetivo (por ejemplo, normalmente la nariz del examinador) y la cabeza se gira rápidamente hacia un lado y luego hacia el otro mientras se observa la presencia o ausencia de movimientos correctivos en los ojos (1).
Una sacada correctiva indica una prueba positiva y los médicos de cabecera pueden diagnosticar con seguridad una enfermedad vestibular en lugar de una enfermedad del tronco encefálico (1).
Referencia:
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