Aunque es poco frecuente, los precipitantes más comunes son los alimentos, los fármacos y el veneno (1)
vacunas
fármacos
antibióticos
heparina
agentes bloqueantes neuromusculares
inyecciones de hierro
analgésicos antiinflamatorios
medios de contraste
agentes hiposensibilizantes
mordeduras y picaduras de insectos (avispas, abejas)
productos sanguíneos
ciertos alimentos, como los cacahuetes, las almendras, las nueces, el pescado y la leche.
la importancia relativa de estos factores varía con la edad, ya que(1)
los alimentos son especialmente importantes en los niños
los medicamentos son una causa mucho más frecuente en los ancianos.
es más probable que se produzca después de inyecciones parenterales. Es probable que la reacción sea más grave si el paciente vuelve a exponerse.
aunque los pacientes atópicos son más susceptibles, no se entiende por qué algunos individuos reaccionan de forma tan marcada a esta exposición repetida a un antígeno.
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