Los seres humanos, al igual que otros mamíferos y aves, son homoiotérmicos -de sangre caliente-, por lo que mantienen su temperatura corporal dentro de unos límites estrechos a pesar de las variaciones de la temperatura exterior. La ventaja del estado homoiotérmico puede ser que las enzimas críticas del metabolismo corporal funcionan de forma óptima en torno a la temperatura corporal media normal: 37 grados centígrados.
El mantenimiento de un pequeño rango de temperatura es un buen ejemplo de sistema de control fisiológico homeostático. En su nivel más básico, un centro integrador cerebral toma muestras de la temperatura corporal en varios sitios, compara este valor con un punto de referencia deseado y modula la producción y la pérdida de calor en consecuencia.
Añada a esta página información que sería útil tener a mano durante una consulta, como una dirección web o un número de teléfono. Esta información se mostrará siempre que visite esta página