Los pacientes con TOC se caracterizan por la presencia de obsesiones o compulsiones, pero normalmente de ambas:
- obsesiones
- son pensamientos o imágenes intrusivos y perturbadores recurrentes que provocan un aumento de la ansiedad y la angustia
- son angustiosos y distónicos para el ego (es decir, son repugnantes o incoherentes con los valores de la persona)
- los pacientes suelen identificarlos como irracionales o excesivos e intentan resistirse a ellos
- minoritarias pueden considerarse ideas sobrevaloradas y, en raras ocasiones, delirios.
- Algunos ejemplos de obsesiones comunes son:
- impulsos agresivos p. ej. - imágenes de hacer daño a un hijo o a los padres
- contaminación, por ejemplo, contaminarse al dar la mano a otra persona
- necesidad de orden, p. ej., angustia intensa cuando los objetos están desordenados o son asimétricos
- religioso p.ej. - pensamientos blasfemos, preocupación por pecar sin saberlo
- Dudas repetidas, por ejemplo, preguntarse si una puerta se ha quedado abierta.
- imágenes sexuales, p. ej., imágenes pornográficas recurrentes
- compulsiones
- son actividades rituales repetitivas que ayudan a reducir la ansiedad y el estrés causados por la obsesión.
- son en gran medida involuntarias y rara vez se les opone resistencia
- pueden ser
- manifiestas y observables por los demás, p. ej., comprobar que una puerta está cerrada con llave
- compulsiones encubiertas o mentales que no pueden observarse, p. ej., repetir una frase determinada en la mente; por lo general, son más difíciles de resistir o controlar que las manifiestas (2).
- ejemplos de compulsiones comunes
- comprobar, p. ej., repetidamente cerraduras, alarmas, electrodomésticos
- limpiar, por ejemplo, lavarse las manos
- Acaparamiento, por ejemplo: guardar basura u objetos innecesarios.
- actos mentales, como rezar, contar o repetir palabras en silencio
- Ordenar: reordenar objetos para conseguir simetría.
- Búsqueda de seguridad, por ejemplo: pedir seguridad a los demás.
- Acciones repetitivas, por ejemplo, entrar y salir de una puerta varias veces (1).
Es importante recordar que los pacientes a menudo se avergüenzan de su enfermedad y pueden tener dificultades para hablar de sus síntomas con los profesionales sanitarios (1).
Es probable que los pacientes pongan fin a la compulsión cuando se sientan "cómodos" o "bien" (2).
Nota:
- La obsesión no incluye las preocupaciones cotidianas (que se observan en el trastorno de ansiedad generalizada), los defectos percibidos en la apariencia (presentes en el trastorno dismórfico corporal) o el miedo a padecer una enfermedad grave (que se da en la ansiedad por la salud) (2)
Referencia: