La EGPA tiene un pronóstico favorable tras la detección y el tratamiento oportunos, con una tasa de supervivencia a 5 años del 90%. La tasa de recaída se estima aproximadamente entre el 20% y el 30%, y suele presentarse con fiebre, dolor articular y síntomas constitucionales. (1)
La afectación cardiaca es la causa más frecuente de mortalidad en pacientes con mala respuesta al tratamiento, principalmente por miocarditis y arteritis coronaria. (2)
Los factores asociados a un mal pronóstico incluyen: (3)
El Índice de Daño Vasculítico (IDV) es una herramienta valiosa para evaluar el daño orgánico acumulado resultante tanto de la enfermedad como de su tratamiento. Esta herramienta está estrechamente relacionada con la mortalidad y la morbilidad (4).
Referencias:
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