La hemorragia puede producirse en el espacio extradural, subdural o subaracnoideo, o dentro de la propia sustancia cerebral.
En el contexto de un traumatismo, los hematomas extradurales suelen ser temporales o temperoparietales. Son importantes, ya que pueden precipitar un deterioro bastante repentino del nivel de consciencia como consecuencia de un desplazamiento cerebral, a menudo en ausencia de lesiones neuronales significativas. Los hematomas sudurales se producen con mayor frecuencia en asociación con contusiones superficiales y laceraciones de un lóbulo temporal. Una hemorragia intracerebral traumática es más frecuente en la región frontal y suele ser más superficial que la asociada a la hipertensión.
La TC o la RM están indicadas por la presencia de una fractura y el nivel de consciencia, más que por la espera de evidencias de hernia cerebral.
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