Se trata de una técnica por la que los fragmentos óseos se mantienen en su posición mediante una variedad de dispositivos de fijación interna: tornillos, clavos, placas, varillas, alambres o una combinación de ellos.
La fijación interna permite una reducción precisa, una estabilidad inmediata y una movilización precoz. La fijación interna debe realizarse en un plazo de 24 horas; sin embargo, la inflamación, las heridas abiertas y el estado general del paciente pueden retrasar el proceso.
La movilización precoz evita el "desastre del yeso" (osteoporosis por desuso, pérdida de masa muscular, rigidez) y permite al paciente abandonar el hospital una vez que la herida ha cicatrizado. Sin embargo, es importante subrayar que los fragmentos no están unidos simplemente porque el hueso se mueva como una sola pieza. Es posible que no se pueda soportar peso durante algún tiempo.
Sin embargo, el principal problema es el riesgo de infección, tanto de la herida como de la operación.
Añada a esta página información que sería útil tener a mano durante una consulta, como una dirección web o un número de teléfono. Esta información se mostrará siempre que visite esta página