En la lepra lepromatosa los cambios en la piel son la manifestación más temprana de la enfermedad.
Las localizaciones más frecuentes de las lesiones cutáneas son la cara, la región glútea y las extremidades superiores e inferiores. Las diferentes lesiones cutáneas que pueden aparecer incluyen máculas, pápulas y nódulos; no son, a diferencia de las observadas en la lepra tuberculoide, anestésicas. Puede haber un adelgazamiento característico de los márgenes laterales de las cejas. La ulceración cutánea asociada a la lepra lepromatosa -fenómeno de Lucio- se observa en casos de lepra en México y América Central. La afectación nasal es frecuente y provoca rigidez y epistaxis.
En la lepra lepromatosa puede haber desarrollo de parálisis nerviosas - facial, cubital, mediana, radial. Una neuropatía sensorial por guantes y medias está asociada a la lepra lepromatosa. Puede haber una desaparición progresiva de los dedos debido a una atrofia neurotrófica que afecta a las falanges.
El test de lepromina es negativo.
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