La cetogénesis debe regularse, ya que cada vez que se liberan ácidos grasos por la lipólisis de los triglicéridos, existe la posibilidad de formación ilimitada de cuerpos cetónicos. El control se consigue
- Limitando el aporte sanguíneo hepático. Durante el ejercicio, la sangre se desvía del hígado al músculo. Esto garantiza que los ácidos grasos se utilicen como fuente de energía y no se conviertan en cuerpos cetónicos.
- Los cuerpos cetónicos retroalimentan negativamente la producción de ácidos grasos:
- Promueven la secreción de insulina del páncreas.
- aumentar la sensibilidad de los tejidos a la insulina
- inhiben la lipasa responsable de la degradación de los triglicéridos en el tejido adiposo
- acción de la insulina en el hígado
- estimula la esterificación en triglicéridos
- Retrasa el transporte de ácidos grasos a las mitocondrias para su oxidación.
- El acetoacetil coenzima A, uno de los primeros productos de la vía de la cetogénesis, inhibe tanto las enzimas que lo forman como las que se encuentran más adelante en la vía.
- los niveles intracelulares de carbohidratos; una concentración reducida de carbohidratos limita la formación de oxaloacetato para combinarse con los residuos de acetil CoA en el ciclo del ácido tricarboxílico. En su lugar, el acetil CoA se desvía hacia la cetogénesis.