El metabolismo de la glucosa se centra en el mantenimiento de los niveles de glucosa en sangre dentro de un intervalo estándar y en la coordinación de la utilización del combustible con otras reservas, como los lípidos y los cuerpos cetónicos.
Esencialmente, los niveles de glucosa en sangre dependen del equilibrio entre la producción -descomposición para obtener energía- y la entrada -absorción dietética y liberación a partir del almacenamiento o por interconversión a partir de otros compuestos-.
La glucosa se almacena principalmente en el hígado en forma de glucógeno. Las vías bioquímicas del hígado están adaptadas para liberar glucosa en respuesta a las reducciones de la concentración plasmática de glucosa y a la modulación por diversas hormonas. Estas vías incluyen la glucogenólisis y la gluconeogénesis.
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