La gravedad de esta enfermedad justifica un diagnóstico precoz. Con los métodos modernos, el diagnóstico puede realizarse en las 6 semanas siguientes a la amenorrea y, con frecuencia, mientras la madre no presenta síntomas. El conocimiento de los factores de riesgo ayuda a identificar a las pacientes en las que puede estar justificada una investigación precoz.
El resultado de una prueba de embarazo (HCG beta en orina) es esencial para ayudar a determinar el tratamiento posterior.
La ecografía transvaginal es el método de exploración preferido (1).
La laparoscopia permite visualizar directamente un embarazo ectópico, pero puede fallar si el embarazo es precoz y el saco gestacional pequeño. Tiene poco valor en un embarazo ectópico roto cuando el peritoneo está lleno de sangre.
La aspiración a través del fondo de saco vaginal posterior en la bolsa de Douglas puede ser útil en un embarazo ectópico roto cuando hay sangre libre.
Si el diagnóstico es dudoso, se realizan mediciones seriadas de beta hCG en suero para distinguir entre una gestación intrauterina potencialmente viable, un aborto espontáneo que se está resolviendo y un embarazo ectópico (2).
Se toma una muestra de Grupo y Salvo. Esto permite conocer el grupo sanguíneo materno (y por tanto la posible necesidad de anti-D) y cruzar la sangre en caso de compromiso hemodinámico.
Referencia:
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