La linfangitis aguda se define como la propagación de la infección desde su foco a lo largo de los vasos linfáticos regionales. Puede dar lugar a linfadenitis. Es frecuente que se forme un absceso en los ganglios regionales. En ocasiones, la infección pasa por alto un grupo de ganglios para afectar a otro a un nivel superior.
La linfangitis suele deberse a Streptococcus pyogenes; con menos frecuencia, a Staphylococci. Se presenta como rubores rojos y estrías en la piel correspondientes a los linfáticos inflamados.
El tratamiento consiste en reposo en cama con la extremidad afectada elevada. Normalmente, la cloxacilina aporta una resolución rápida. La incisión sólo debe realizarse si hay signos claros de pus.
Puede desarrollarse una obstrucción linfática permanente que provoque un edema persistente. Los ataques repetidos causan linfangitis crónica.
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