Los corticosteroides benefician tanto a la miastenia generalizada como a la ocular (1). Se recomienda una estrategia de días alternos, al iniciar el tratamiento con corticosteroides, para evitar los efectos secundarios. Al principio debe utilizarse una dosis baja debido al riesgo de exacerbación de la debilidad inducida por corticoides: este efecto no parece producirse con el uso de corticoides en el síndrome de Lambert-Eaton.
- los pacientes con MG generalizada suelen ser hospitalizados para iniciar la inmunosupresión (2) - esto se debe a que un número significativo de pacientes experimenta un marcado deterioro de los síntomas cuando se inician dosis altas de prednisolona (posiblemente hasta el punto de requerir ventilación asistida (2))
- la dosis inicial de prednisolona debe ser pequeña, por ejemplo 5 mg, y aumentarse lentamente a razón de 5-10 mg por semana hasta que se controlen los síntomas o se alcance una dosis máxima de 1,5 mg por kg o 100 mg en días alternos, la que sea menor (2). Debe controlarse el potasio sérico, por si fuera necesario administrar suplementos de potasio. Una vez conseguida la mejoría, la dosis puede reducirse gradualmente, por ejemplo 5mg/mes, para evitar la precipitación de una recaída.
Excepto en aquellos pacientes en los que es probable que la dosis de control a largo plazo de prednisolona sea baja, en el tratamiento de esta enfermedad también se emplean otros inmunosupresores que permiten reducir la dosis de esteroides (agentes ahorradores de esteroides).
- La azatioprina fue el primer agente ahorrador de esteroides que demostró ser eficaz en la miastenia gravis; sin embargo, estudios más recientes sugieren que el metotrexato, la ciclosporina y el micofenolato mofetilo pueden ser alternativas adecuadas (2).
Notas:
- si los síntomas son puramente oculares, los corticoides pueden iniciarse de forma ambulatoria, pero la dosis se aumenta más lentamente y debe advertirse al paciente sobre el riesgo de deterioro de los síntomas.
Referencia:
- Revista de Prescriptores 2000; 40 (2): 93-98.
- Prescriptor 2005; 16(6): 39-47.