Se trata de un fenómeno fisiológico normal (1).
Suele ocurrir entre 3 y 5 días después del parto, a medida que "sube" la leche materna.
- la paciente se siente incómoda y siente los pechos pesados, calientes y duros, a veces pueden estar abultados (1)
- no hay brillos, edemas ni enrojecimiento
- la leche suele fluir con facilidad y a veces gotea espontáneamente
- suelen estar afectados ambos pechos (1)
Si no se trata adecuadamente, puede provocar congestión mamaria.
Las opciones de tratamiento incluyen
- informar a las pacientes de que se trata de algo normal
- animar a la madre a amamantar con frecuencia, ya que la saciedad disminuye después de cada toma
- dar consejos sobre la correcta sujeción del bebé al pecho, lo que mejorará la extracción de leche y evitará daños en los pezones (1)
- tranquilizar a la mujer diciéndole que, al cabo de unos días, el problema se resuelve y la producción de leche se adapta a las necesidades del bebé.
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