La espera vigilante y la vigilancia activa son dos formas de seguimiento descritas en las directrices del NICE (1).
Espera vigilante
- La espera vigilante implica la decisión consciente de evitar el tratamiento a menos que aparezcan síntomas de enfermedad progresiva. Los hombres que desarrollan síntomas de enfermedad progresiva suelen tratarse con terapia hormonal. Este enfoque se ofrece con mayor frecuencia a los hombres de edad avanzada, o a aquellos con comorbilidades significativas que se considera poco probable que sufran una progresión significativa del cáncer durante su probable esperanza de vida natural.
- Los pasos de la "espera vigilante" no se describen específicamente en las directrices del NICE, pero se han resumido como sigue (2):
- la espera suele implicar revisiones en la consulta del médico de cabecera en lugar de en el hospital. Las revisiones suelen ser menos frecuentes que en la vigilancia activa. El objetivo es tratar el cáncer si empieza a causar problemas o síntomas.
- El NICE sugiere que un miembro del MDT de cáncer urológico revise a los hombres con cáncer de próstata localizado que hayan elegido un régimen de espera vigilante y que presenten indicios de progresión significativa de la enfermedad (es decir, aumento rápido del nivel de PSA o dolor óseo).
Vigilancia activa
- la vigilancia activa debe ofrecerse como opción a los hombres con cáncer de próstata localizado de bajo riesgo para los que la prostatectomía radical o la radioterapia radical son adecuadas
- considerar el uso del protocolo de la tabla siguiente para los hombres que hayan elegido la vigilancia activa
- considerar la vigilancia activa para los hombres con cáncer de próstata localizado de riesgo intermedio que no deseen someterse inmediatamente a prostatectomía radical o radioterapia radical
- no ofrecer vigilancia activa a los hombres con cáncer de próstata localizado de alto riesgo
Comparación entre vigilancia activa y espera vigilante
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- forma parte de una estrategia "curativa" y está dirigida a las personas con cáncer de próstata localizado para las que son adecuados los tratamientos radicales, manteniéndolas dentro de una "ventana de posibilidad de curación" en la que sólo aquellas cuyos tumores muestran signos de progresión, o aquellas con preferencia por la intervención, son consideradas para un tratamiento radical.
- De este modo, la vigilancia activa puede evitar o retrasar la necesidad de radioterapia o cirugía.
| - forma parte de una estrategia de "control" más que de "curación" del cáncer de próstata y está dirigida a personas con cáncer de próstata localizado que no desean someterse nunca a un tratamiento curativo, o éste no es adecuado para ellas
- implica el uso diferido de terapia hormonal
- la espera vigilante evita el uso de cirugía o radiación, pero implica que no se intentará un tratamiento curativo.
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Protocolo de vigilancia activa
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Primer año de vigilancia activa | Cada 3 ó 4 meses - medir el antígeno prostático específico (PSA)b
- A lo largo de la vigilancia activa: seguimiento de la cinética del PSAc
- A los 12 meses: tacto rectal (DRE)d
- Entre los 12 y los 18 meses: RM multiparamétrica
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Año 2 y cada año a partir de entonces hasta que finalice la vigilancia activa | Cada 6 meses - medir el PSAb
- Durante la vigilancia activa: seguimiento de la cinética del PSAc
- Cada 12 meses DREd
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Clave:
a Si hay preocupación por cambios clínicos o del PSA en cualquier momento durante la vigilancia activa, reevaluar con RM multiparamétrica y/o rebiopsia.
b Podría realizarse en atención primaria si existen protocolos de atención compartida y sistemas de reevaluación acordados.
c Podría incluir la densidad y la velocidad del PSA.
d Debe realizarla un profesional sanitario con experiencia y confianza en la realización de DRE. En un gran ensayo del Reino Unido que sirvió de base a este protocolo, los EDR fueron realizados por un urólogo o un enfermero especialista.
Referencia: