evaluación del riesgo de suicidio
La evaluación del riesgo de suicidio implica un encuentro clínico en el que se pregunta al paciente si tiene pensamientos o planes suicidas.
- suele llevarse a cabo en los servicios de urgencias y en centros especializados de salud mental, pero muchas se realizan en atención primaria
- Alrededor del 30% de los adultos estadounidenses que se suicidaron visitaron a su médico de atención primaria el mes anterior al suicidio.
- suele consistir en recoger información sobre:
- comportamiento suicida previo
- pensamientos y planes suicidas actuales
- desesperanza, factores estresantes
- la presencia de síntomas de trastornos mentales
- temas de impulsividad y autocontrol
- fácil acceso a métodos altamente letales (como las armas de fuego)
- factores de protección
La evidencia muestra que preguntar al paciente sobre pensamientos suicidas no aumenta la ideación suicida ni los intentos de suicidio.
- una revisión no sistémica de 13 estudios (publicados entre 2001 y 2013) no encontró evidencia de un aumento de la ideación suicida en pacientes a los que se les preguntó sobre el suicidio
Se han desarrollado varias herramientas o escalas de evaluación del riesgo para predecir el suicidio.
- Las escalas más utilizadas incluyen la escala de desesperanza de Beck (BHS), el inventario de depresión de Beck (BDI), la escala de Beck para la ideación suicida (BSS), la escala de intención suicida (SIS) y la escala SAD PERSONS.
- Escalas de riesgo de suicidio más recientes, como la escala de valoración de la gravedad del suicidio de Columbia (C-SSRS), la escala de desencadenantes del suicidio (STS) y la escala de probabilidad de suicidio (SPS).
Notas:
- La OMS recomienda que los profesionales sanitarios no especializados pregunten a las personas mayores de 10 años que padezcan trastornos mentales y otros factores de riesgo sobre pensamientos o planes de autolesión en el último mes o actos de autolesión en el último año en la evaluación inicial y periódicamente según sea necesario (3).
- Las directrices del NICE no recomiendan herramientas de evaluación del riesgo para determinar la disposición y el tratamiento del paciente
evaluación clínica de pacientes con ideación suicida
El clínico debe establecer una buena relación y crear una relación de confianza con el paciente
- observar al paciente en busca de rasgos verbales y no verbales que sugieran un trastorno mental o un problema psicológico
- por ejemplo, signos no verbales de depresión: expresión facial, contacto visual, signos de agitación o excesiva lentitud del habla y los movimientos, estado de ánimo, tono y volumen del habla
- cualquier indicio de enfermedad mental debe llevar a una evaluación de los síntomas de depresión, otros trastornos mentales, incluidos delirios y alucinaciones, y abuso de alcohol o drogas.
- se deben utilizar preguntas abiertas para identificar la ideación suicida, por ejemplo: "¿alguna vez ha tenido ganas de rendirse?", "¿alguna vez sus síntomas/las cosas le han superado?", "¿alguna vez se ha sentido desesperanzado por su situación?".
- si la respuesta es "sí" o si hay otros indicios para sospechar un posible riesgo de suicidio, por ejemplo, autolesiones, depresión, cualquier otra enfermedad mental o comportamiento impredecible
- se pueden utilizar preguntas más cerradas para identificar la presencia, intensidad y persistencia de ideas suicidas, p. ej., "¿piensa alguna vez en irse a dormir y no despertarse?" o "¿piensa actualmente o ha pensado recientemente en la muerte o en hacerse daño?" (2,4,5)
Cualquier admisión de ideas suicidas debe llevar a un interrogatorio directo sobre planes suicidas. Las preguntas que se pueden utilizar incluyen:
- ¿has pensado en cómo te harías daño? ¿cuál es tu plan?
- ¿con qué frecuencia han ocurrido esos pensamientos (incluyendo frecuencia, calidad obsesiva, controlabilidad)?
- ¿Qué probabilidades cree que tiene de llevarlos a cabo en el futuro?
- ¿Qué imagina que ocurriría si realmente se suicidara (p. ej., huida, reencuentro con su pareja, renacimiento, reacciones de los demás)? (2,4,5)
Considere preguntar sobre otros factores de riesgo:
- ¿ha intentado usted o algún familiar suicidarse en el pasado?
- ¿consume actualmente alcohol o drogas (ilícitas o con receta)?
- ¿ha habido cambios en su empleo, vida social o familia?
- ¿tiene amigos o familiares con los que esté muy unido? ¿Les ha hablado de estos pensamientos?
- ¿tiendes a ser impulsivo con tus decisiones o comportamiento? (2)
En el caso de las personas que han intentado suicidarse o han llevado a cabo acciones autodestructivas, se pueden plantear preguntas paralelas a las anteriores sobre los intentos anteriores. Las preguntas adicionales pueden hacerse en términos generales o referirse al método específico utilizado y pueden incluir:
- ¿puede describir lo que ocurrió (por ejemplo, circunstancias, precipitantes, visión del futuro, consumo de alcohol u otras sustancias, método, intención, gravedad de la lesión)?
- ¿qué creía que iba a ocurrir (por ejemplo, dormirse frente a lesionarse frente a morir, conseguir una reacción de una persona concreta)?
- ¿recibió tratamiento después (por ejemplo, médico frente a psiquiátrico, servicio de urgencias frente a hospitalización frente a ambulatorio)? (4)
Considere la posibilidad de evaluar el potencial del paciente para dañar a otras personas además de a sí mismo:
- ¿hay otras personas que cree que pueden ser responsables de lo que está experimentando (por ejemplo, ideas persecutorias, experiencias de pasividad)? ¿Tienes pensamientos de hacerles daño?
- ¿hay otras personas que querrías que murieran contigo?
- ¿hay otras personas que crees que serían incapaces de seguir adelante sin ti?(4)
Referencia: