El primer paso del tratamiento consiste en analizar la frecuencia, los factores desencadenantes y las consecuencias de los pensamientos irracionales, especialmente los autocríticos y autodestructivos.
Se llama la atención del paciente sobre los pensamientos y se le pide que evalúe su validez en un diálogo socrático.
A medida que avanza la terapia, se dilucidan, examinan y cuestionan los supuestos personales que subyacen a estos pensamientos.
Finalmente, se ayuda al paciente a pensar y, por tanto, a sentirse más positivamente consigo mismo.
Se hace hincapié en las experiencias y los logros positivos para reforzar el cambio cognitivo.
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