espasmo muscular: una mala postura al dormir, manejar un procesador de textos, sentarse o transportar cargas desequilibradas puede provocar un espasmo agudo de los músculos del cuello. En casos extremos puede producirse tortícolis espasmódica.
cambios degenerativos: los cambios degenerativos en la columna cervical, la espondilosis cervical, pueden provocar dolor de cuello, aunque los síntomas suelen estar relacionados con el uso y pueden aliviarse en parte sujetando el cuello, por ejemplo, con un collarín.
Atrapamiento del nervio cervical: los cambios traumáticos y relacionados con la edad en las vértebras cervicales pueden provocar prolapso discal, formación de osteofitos, hipertrofia de la articulación apofisaria o de los ligamentos, que a su vez pueden provocar el atrapamiento mecánico de las raíces nerviosas cervicales. El resultado es dolor referido y anomalías detectables en un examen neurológico formal.
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