Los betabloqueantes reducen los efectos del sistema nervioso simpático sobre el sistema cardiovascular.
El bloqueo de los adrenorreceptores beta-1 es negativamente cronotrópico e inotrópico, y retrasa la conducción a través del nodo AV. Si se bloquean los receptores beta-2, se produce una vasoconstricción coronaria y periférica. Por ello se han desarrollado fármacos relativamente específicos para los receptores beta-1, "cardioselectivos", como el atenolol y el metoprolol.
- Existen 3 tipos de receptores beta
- beta 1-Adrenoceptores
- situados en el sarcolema cardíaco
- si se activan, provocan un aumento del ritmo y la fuerza de contracción del miocardio (efecto inotrópico positivo) al abrir los canales de calcio
- beta 2-Adrenoceptores
- se encuentran principalmente en la musculatura lisa bronquial y vascular
- si se activan, provocan broncodilatación y vasodilatación
- sin embargo, existen poblaciones considerables de beta 2-adrenoceptores en el miocardio, en torno al 20%-25%, lo que provoca los efectos cardiacos de cualquier estimulación de beta 2-adrenoceptores. En la insuficiencia cardíaca se produce un aumento relativo de estos receptores hasta aproximadamente el 50%.
- Adrenoceptores beta 3
- la función de los adrenoceptores beta 3 en el corazón aún no está plenamente identificada y aceptada
- Los betabloqueantes se clasifican en tres generaciones
- los agentes de primera generación (como el propranolol, el sotalol, el timolol y el nadolol) no son selectivos y bloquean los receptores beta 1 y beta 2
- el bloqueo de los receptores beta 1 afecta al ritmo cardíaco, la conducción y la contractilidad, mientras que el bloqueo de los receptores beta 2 tiende a provocar la contracción del músculo liso y, por tanto, broncoespasmo en personas predispuestas
- los agentes de segunda generación o los agentes cardioselectivos (como Atenolol, Bisoprolol, Celiprolol y Metoprolol)
- bloquean los receptores beta 1 en dosis bajas, pero son capaces de bloquear los receptores beta 2 en dosis más altas
- el modo de acción selectivo hace que el uso de estos agentes sea más adecuado en pacientes con enfermedad pulmonar crónica o con diabetes mellitus insulinodependiente
- existen pruebas de que, en pacientes con EPOC, los betabloqueantes cardioselectivos no modifican el FEV1 ni aumentan los síntomas respiratorios
- existen pruebas de que los betabloqueantes cardioselectivos son >20 veces más selectivos para los receptores ß1 que para los ß2 y deberían conllevar menos riesgo de broncoconstricción en la enfermedad reactiva de las vías respiratorias
- la cardioselectividad varía entre los distintos agentes, siendo el bisoprolol uno de los más selectivos
- los agentes de tercera generación tienen propiedades vasodilatadoras
- su acción es selectiva (Nebivolol) o no selectiva (Carvidolol y Labetolol)
- las propiedades vasodilatadoras están mediadas por la liberación de óxido nítrico, como en el caso del Nebivolol o el Carvidolol, o por el bloqueo alfa-adrenérgico añadido, como en el Labetolol y el Carvidolol
- un tercer mecanismo vasodilatador, como en el Pindolol y el Acebutolol, actúa a través de la actividad simpaticomimética intrínseca beta 2 (ISA)
- por lo tanto, estos betabloqueantes tienen la capacidad de estimular además de bloquear los receptores adrenérgicos y tienden a causar menos bradicardia que los otros betabloqueantes y pueden causar menos frialdad de las extremidades
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