Hematuria no visible
También conocida como hematuria microscópica o "hematuria positiva a la tira reactiva", la hematuria no visible se subdivide en:
- Hematuria no visible sintomática (HNVs) - síntomas como micción síntomas del tracto urinario inferior (STUI): vacilación, frecuencia, urgencia, disuria
- Hematuria no visible asintomática (HNVa): detección incidental en ausencia de STUI o síntomas del tracto urinario superior.
La hematuria no visible (HNV) es la presencia de tres o más glóbulos rojos (GR) por campo microscópico de alta potencia en una muestra de orina limpia de la mitad del chorro. Un resultado positivo de sangre en la tira reactiva (trazas de sangre o más) no confirma la presencia de hematuria no visible, pero debe motivar una investigación adicional con microscopio. (1)
La importancia de la hematuria microscópica varía con la edad:
- en los jóvenes
- las neoplasias del tracto urinario son infrecuentes en este grupo de edad, por lo que la prevalencia de patología subyacente significativa para la hematuria encontrada en el cribado es baja (en el intervalo 0-7,2%)
- las causas glomerulares son las principales responsables de la hematuria
- la prevalencia de patologías significativas aumenta con la edad
- en los pacientes mayores de 60 años con hematuria macroscópica positiva en el cribado, el 5% presentaba tumores de vejiga
Las causas de hematuria no visible incluyen: (2,3)
- transitoria
- infecciones urinarias
- relacionadas con el ejercicio
- espurias
- contaminación menstrual
- relaciones sexuales
- alimentos como la remolacha, las moras y el ruibarbo
- rabdomiólisis
- medicamentos - doxorrubicina, cloroquina, rifampicina
- intoxicación crónica por plomo o mercurio
Referencias:
- Barocas DA, Boorjian SA, Alvarez RD, et al. Microhematuria: AUA/SUFU Guideline. J Urol. 2020 Oct;204(4):778-86.
- Cohen RA, Brown RS. Microscopic hematuria. N Engl J Med. 2003;348:2330-2338.
- Kelly JD, Fawcett DP, Goldberg LC. Assessment and management of non-visible haematuria in primary care (Evaluación y tratamiento de la hematuria no visible en atención primaria). BMJ. 2009;338