El pie caído es un problema frecuente y angustioso en el que se produce una debilidad de los músculos de dorsiflexión del pie, lo que provoca dificultad para caminar y un mayor riesgo de caídas (1,2).
La causa más común del pie caído es la neuropatía peronea.
- con menos frecuencia puede deberse a una radiculopatía o polineuropatía L5 y con mucha menos frecuencia a neuropatías ciáticas, plexopatías lumbares, mononeuritis múltiple o miopatías.
- Raramente puede deberse a causas centrales (como la isquemia cerebral), enfermedades de las células del asta anterior, compresión de la cauda equina y distrofia muscular, que suelen producir otros síntomas (1,2).
Si un paciente presenta un pie caído, se puede obtener un indicador clínico de la patología subyacente mediante la prueba de la sacudida del tobillo. Si el tirón del tobillo está ausente, es probable que exista una lesión en la L5. Una sacudida de tobillo normal indica una posible parálisis peronea común. La sacudida de tobillo aumentará en una lesión de la neurona motora superior.
Notas:
- la caída bilateral del pie se ha descrito como una posible presentación de la diabetes mellitus (1)
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