La perforación timpánica, a menudo en la parte central de la pars tensa, provoca una otitis media crónica tubotímpana. Aunque puede ser pequeño y difícil de ver, el defecto permite la infección e irritación de la mucosa, provocando un aumento de la producción de moco y secreción timpánica. También puede haber una sepsis nasal o faríngea subyacente.
Suele haber trastornos auditivos. La afección no suele dar lugar a complicaciones graves pero, si no se trata, puede provocar sordera permanente.
A diferencia de la forma insegura de la otitis media crónica, esta afección puede volverse quiescente de vez en cuando, y la perforación puede curarse sin intervención quirúrgica.
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