Los principales requisitos de un fármaco hipnótico son un inicio de acción rápido, una duración de la acción de 6-8 horas, ausencia de efectos residuales y seguridad en caso de sobredosis. Todos los hipnóticos conllevan un riesgo de síndrome de abstinencia, por ejemplo insomnio de rebote, si se utilizan durante más de unas semanas. También se desarrolla cierto grado de tolerancia con el uso prolongado. Por ello, los tratamientos deben limitarse, si es posible, a dos semanas. Además, si el fármaco se ha utilizado durante más de dos semanas, la dosis debe reducirse lentamente.
Los hipnóticos presentados como fármacos de elección (1) eran las benzodiacepinas más recientes (especialmente el loprazolam y el lormetazepam) con hipnóticos no benzodiacepínicos, por ejemplo la zopiclona, como alternativas. La guía resumida del NICE (2) afirma:
Para más información, consulte la guía del NICE (1).
La zopiclona, el zolpidem y el zaleplon son hipnóticos no benzodiacepínicos que actúan sobre los receptores benzodiacepínicos. Estos fármacos pueden producir efectos de rebote más tarde por la noche, por ejemplo, despertares y ansiedad a primera hora de la mañana. Estos efectos de rebote pueden ocurrir especialmente con el zolpidem debido a su vida media de eliminación muy corta (2 horas).
Las semividas de eliminación de algunos fármacos hipnóticos son:
benzodiacepinas
hipnóticos no benzodiacepínicos
Referencia:
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