El tratamiento de esta afección depende considerablemente de la gravedad de los síntomas. El principal indicador será el grado de encefalopatía que experimente el paciente.
Los principios de manejo son:
- enfermería en situación de cuidados intensivos - traslado a un centro especializado para garantizar un tratamiento óptimo
- monitorizar cada hora la glucemia, la diuresis, las constantes vitales
- controlar dos veces al día el potasio, el recuento sanguíneo completo, la creatinina, la albúmina, la coagulación
- no administrar suero fisiológico intravenoso - en la insuficiencia hepática existe un hiperaldosteronismo secundario que provoca retención de sodio
El edema cerebral y la sepsis son las causas más frecuentes de muerte, y a menudo se produce hipotensión profunda y fallo multiorgánico. El tratamiento de problemas específicos se trata en el área correspondiente. No obstante:
- la hipoglucemia y la hipopotasemia se tratan con dextrosa al 10% a 100 ml por hora con KCl 40 mmol por litro; si la hipoglucemia es grave puede ser necesario administrar dextrosa al 20-50%. Hay que tener cuidado de no sobrecargar de líquidos al paciente.
- la profilaxis de las infecciones es importante, con un cuidado meticuloso de los catéteres. Deben realizarse hemocultivos, urocultivos y cultivos de catéteres antes de iniciar la administración de antibióticos, y pueden administrarse antibióticos de forma profiláctica, ya que los pacientes pueden estar muy enfermos pero sin los signos habituales de sepsis.
- la ranitidina ayuda a mantener el pH gástrico por encima de 5
- deben evitarse los sedantes, los alimentos proteicos y los fármacos con metabolismo hepático
- la N-acetilcisteína está bien establecida en la toxicidad por paracetamol, y puede ser útil como terapia prolongada. Algunas pruebas también sugieren que puede tener un papel en otras formas de insuficiencia hepática aguda.