El tratamiento de la EPI implica:
- apoyo general - reposo pélvico - no mantener relaciones sexuales, no usar tampones; reposo en cama si hay complicaciones febriles o sistémicas.
- ingreso hospitalario si es necesario
- tratamiento a ciegas (ver punto vinculado)
- en caso de enfermedad clínica más grave (fiebre>38 C, signos de absceso tubo-ovárico o peritonitis pélvica) se recomienda tratamiento IV
- analgésicos adecuados
- retirada del DIU - sólo si EPI grave. Debe ir precedida de terapia antibiótica. Se debe aconsejar un método anticonceptivo alternativo.
- Si se trata de una enfermedad de transmisión sexual (por ejemplo, clamidia, gonorrea), la mejor forma de tratarla es en una clínica especializada en medicina genitourinaria. Una clínica de medicina genitourinaria dispondrá de las instalaciones necesarias para la investigación especializada y el rastreo de contactos.
- Evitar las relaciones sexuales sin protección hasta que se haya completado el tratamiento y el seguimiento tanto del paciente como de su(s) pareja(s).
Referencias:
- Curry A et al. Pelvic Inflammatory Disease: Diagnosis, Management, and Prevention. Am Fam Physician. 2019 Sep 15;100(6):357-364.
- Asociación británica para la salud sexual y el VIH. Directriz nacional del Reino Unido para el manejo de la enfermedad inflamatoria pélvica. Ene 2019 [publicación en internet].