Esto depende del organismo implicado.
Las mujeres que padecen vaginosis bacteriana o tricomoniasis, y que además son seropositivas, deben recibir el mismo régimen de tratamiento que las que son seronegativas (1).
En las mujeres no embarazadas con vaginosis bacteriana, el metronidazol oral o tópico o la clindamicina tópica son los tratamientos de elección.
Las mujeres embarazadas pueden tratarse de forma segura con metronidazol y la clindamicina es una alternativa eficaz (1).
El tratamiento oral de dosis única con metronidazol tiene la eficacia más baja para la vaginosis bacteriana y ya no se recomienda (2).
Las mujeres no embarazadas con tricomoniasis pueden tratarse con una terapia multidosis con metronidazol oral o una dosis única de tinidazol.
Las mujeres embarazadas con tricomoniasis deben tratarse con una terapia multidosis con metronidazol oral, pero debe evitarse el tinidazol (3).
En caso de infección candidiásica no complicada, debe iniciarse el tratamiento con antifúngicos azólicos orales o tópicos:
Si la causa es una vaginitis atrófica, los estrógenos tópicos en las mujeres que deseen evitar el tratamiento hormonal, o el uso concomitante de un lubricante en las mujeres con THS pueden ser adecuados para controlar los síntomas. (4)
En las vaginitis de contacto no infecciosas o alérgicas, las medidas preventivas son la base del tratamiento (5).
Referencias
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