Los corticoides inhalados deben introducirse en un paciente asmático con cualquiera de las siguientes características
En los niños atópicos con asma, el cromoglicato de sodio debe utilizarse antes que los glucocorticoides para minimizar el riesgo de supresión del crecimiento.
Para los síntomas leves, la dosis inicial es de 200 microgramos diarios de corticoides inhalados. El efecto terapéutico no es completo hasta los 2 meses de tratamiento, por lo que la reevaluación completa debe aplazarse hasta ese momento. Si el control sigue siendo deficiente después de este tiempo, debe considerarse la posibilidad de aumentar la dosis a 400, 800 y 1000 microgramos al día (tenga en cuenta que es mucho más probable que se produzcan efectos secundarios con dosis más altas de corticoides inhalados (>800 microgramos al día de beclometasona o equivalente, en adultos)).
Los síntomas graves requieren corticoides sistémicos y broncodilatadores de primera línea. La velocidad de mejoría del flujo máximo y de los síntomas determina la necesidad de corticoides y la vía de administración:
La dosis de glucocorticoides inhalados debe revisarse periódicamente con vistas a su reducción. Una reducción escalonada razonable es de 200 microgramos cada 3 meses, sobre todo en la enfermedad de gravedad leve a moderada. Si la reducción se acompaña de la reaparición de un mal control, debe reiniciarse la dosis original y no volver a reducirse durante al menos un año.
Referencias:
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