El tratamiento no farmacológico está indicado para todos los pacientes con hipertensión.
- los estudios clínicos demuestran que los efectos reductores de la PA de las modificaciones específicas del estilo de vida pueden ser equivalentes a los de la monoterapia farmacológica
- los cambios adecuados en el estilo de vida pueden
- retrasar o prevenir de forma segura y eficaz la hipertensión en sujetos no hipertensos,
- retrasar o prevenir el tratamiento médico en pacientes hipertensos de grado I
- contribuir a la reducción de la PA en personas hipertensas que ya reciben tratamiento médico, lo que permite reducir el número y las dosis de agentes antihipertensivos
- el principal inconveniente es el bajo nivel de adherencia a lo largo del tiempo, que requiere medidas especiales para superarlo (1)
Entre las medidas adecuadas se incluyen
- dejar de fumar
- aconsejar a todos los fumadores que dejen de fumar y ofrecerles ayuda.
- perder peso (1)
- en relación con el IMC; el objetivo es mantener un peso normal para los adultos (IMC de unos 25 kg/m2 ) y un perímetro de cintura (<102 cm para los hombres y <88 cm para las mujeres) para las personas no hipertensas, a fin de prevenir la hipertensión, y para los pacientes hipertensos, a fin de reducir la PA
- en un metaanálisis, las reducciones medias de PAS y PAD asociadas a una pérdida media de peso de 5,1 kg fueron de 4,4 y 3,6 mmHg, respectivamente (1)
- la pérdida de peso también puede mejorar la eficacia de la medicación antihipertensiva y el perfil de riesgo CV (1)
- revisar y aconsejar sobre la dieta
- evitar alimentos ricos en colesterol o grasa animal
- fomentar un mayor consumo de
- frutas y verduras frescas - 300-400 g/día de frutas y verduras
- pescado: al menos dos veces por semana
- productos lácteos bajos en grasa: la leche de soja parece reducir la PA en comparación con la leche de vaca desnatada
- fibra dietética y soluble
- cereales integrales y proteínas de origen vegetal
- reducir el consumo de grasas saturadas y colesterol
- desaconsejar el consumo excesivo de café y otros productos ricos en cafeína
- en una revisión sistemática reciente se ha constatado que la mayoría de los estudios disponibles (10 ECA y 5 estudios de cohortes) no eran de calidad suficiente para poder hacer una recomendación firme a favor o en contra del consumo de café en relación con la hipertensión
- debe ir acompañado de otros cambios en el estilo de vida: dieta con ejercicio y pérdida de peso
- revisar el consumo de alcohol - idealmente:
- en pacientes hipertensos, la cantidad total de consumo de alcohol
- al día para los hombres no debería superar los 20-30 g, y para las mujeres no más de 10-20 g
- a la semana no debería superar los 140 g para los hombres y los 80 g para las mujeres.
- reducir el consumo de sal *:
- la ingesta habitual de sal se sitúa entre 9 y 12 g/día en muchos países
- se ha demostrado que la reducción a unos 5 g/día
- tiene un efecto modesto (1-2 mmHg) de reducción de la PAS en individuos normotensos y un efecto algo más pronunciado (4-5 mmHg) en individuos hipertensos.
- el efecto de la restricción de sodio es mayor en personas de raza negra, de edad avanzada y en individuos con diabetes, síndrome metabólico o ERC
- aconsejar al paciente
- reducir la cantidad de sal utilizada en la preparación de alimentos
- evitar los alimentos con alto contenido en sal
- hacer ejercicio con regularidad
- se debe aconsejar a los pacientes que realicen al menos 30 minutos de ejercicio aeróbico dinámico de intensidad moderada (caminar, correr, montar en bicicleta o nadar) de 5 a 7 días por semana
- un metaanálisis de ensayos controlados aleatorizados ha demostrado que el entrenamiento aeróbico de resistencia reduce la PAS y la PAD en reposo en 3,0/2,4 mmHg en general e incluso en 6,9/4,9 mmHg en participantes hipertensos (1,2)
Considerar otras técnicas según proceda - por ejemplo, terapia de relajación - NICE señala sin embargo (3) que hay menos pruebas del beneficio de esta intervención en comparación con otras intervenciones sobre el estilo de vida o el tratamiento farmacológico
*Los sustitutos de la sal que contienen cloruro potásico no deben ser utilizados por personas mayores, personas con diabetes, mujeres embarazadas, personas con enfermedad renal y personas que toman algunos fármacos antihipertensivos, como los inhibidores de la ECA y los bloqueantes de los receptores de la angiotensina II. Fomentar la reducción de sal en estos grupos
Referencia: