El mal de altura agudo se produce cuando una persona acostumbrada a altitudes bajas sube rápidamente a una altitud elevada. El mal de altura es una complicación potencialmente letal del ascenso a altitudes superiores a los 8.000 pies.
Tres síndromes principales del mal de altura pueden afectar a los viajeros: el mal agudo de montaña, el edema cerebral de altura (HACO) y el edema pulmonar de altura (HAPO).
- El riesgo de morir por enfermedades relacionadas con la altitud es bajo, al menos para los turistas. En el caso de los excursionistas en Nepal, la tasa de mortalidad por todas las causas fue del 0,014% y por mal de altura del 0,0036%.
- Los soldados destinados a la altitud tuvieron una tasa de mortalidad relacionada con la altitud del 0,16%.
Las características clínicas del mal de altura leve son (1):
- dolor de cabeza
- pérdida de apetito
- náuseas
- fatiga
- mareo
- insomnio
- edema en las extremidades
- disnea
- palpitaciones
Existe un aumento de la mortalidad en pacientes con mal de altura agudo.
Definiciones de altitud y cambios fisiológicos asociados
Altitud intermedia (1500-2500 metros)
- cambios fisiológicos detectables
- saturación arterial de oxígeno >90
- mal de altura posible pero poco frecuente
Gran altitud (2500-3500 metros)
- mal de altura frecuente con ascensos rápidos
- altitud muy elevada (3500-5800 metros)
- mal de altura frecuente
- saturación arterial de oxígeno <90
- marcada hipoxemia durante el ejercicio
Altitud extrema (>5800 metros)
- marcada hipoxemia en reposo
- deterioro progresivo, a pesar de la máxima aclimatación
- no se puede mantener la supervivencia permanente
El tratamiento del mal de altura consiste en detener el ascenso y, si los síntomas son graves o empeoran, descender.
- el oxígeno, los fármacos y otros tratamientos para el mal de altura deben considerarse complementos para facilitar el descenso
Prevención del mal agudo de montaña (MAM) (3)
- La acetazolamida puede utilizarse para prevenir el MAM según el Centro Nacional de Viajes y Salud y Fit For Travel (no autorizada para esta indicación)
- la acetazolamida previene el síndrome premenstrual imitando la adaptación natural del organismo a un cambio de entorno
- a Una revisión Cochrane demostró que la acetazolamida redujo el riesgo de MAM frente a placebo en un factor de 0,47 (n=2.301, 16 estudios). La acetazolamida se administró de uno a cinco días antes del ascenso con dosis de hasta 500 mg/día a adultos con riesgo de MAM.
- en general, las pruebas sobre el uso de los medicamentos enumerados a continuación para prevenir el MAM no son concluyentes y, en algunos casos, los efectos secundarios son motivo de preocupación:
- aspirina
- dexametasona
- Algunas organizaciones han sugerido el uso de dexametasona para ayudar a prevenir la MGA. Sin embargo, la revisión Cochrane (n=176) que evaluó cuatro estudios paralelos que comparaban dexametasona con placebo concluyó que la dexametasona no previene el SMA en ninguna dosis y no ayuda a la aclimatación.
- ibuprofeno
- suplementos de hierro
- citrato de magnesio
- espironolactona
- sumatriptán
Referencia: