El oxígeno es un elemento químico que se encuentra en forma molecular O2 y constituye el 20% de la atmósfera.
Clínicamente, debe considerarse como un medicamento que debe utilizarse con prudencia. Puede suministrarse de diversas formas, entre ellas
- botellas de oxígeno: se utilizan cuando se necesita oxígeno de forma intermitente, por ejemplo en episodios breves de hipoxemia como en el asma.
- Concentradores de oxígeno: se utilizan cuando se necesita oxígeno durante más de 15 horas al día, por ejemplo en la enfermedad obstructiva crónica de las vías respiratorias con cor pulmonale.
Referencia
- Dispositivos y sistemas de administración de oxígeno. Breathe 2019 15:e108-e116
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