La fructosa es un azúcar hexosa. Está presente en forma simple en alimentos como la miel y los higos, y en combinación con la glucosa en el disacárido sacarosa.
Es una fuente inmediata de energía que se libera por la vía glucolítica.
El metabolismo de la fructosa no depende de los niveles de insulina y, como tal, constituye un componente importante de las dietas para diabéticos. Sin embargo, como el metabolismo de la fructosa elude la enzima 6-fosfofructocinasa, que determina la tasa de suministro de piruvato a través de la glucólisis, una dieta con un exceso de fructosa puede conducir a una producción excesiva de acetil CoA. Puede producirse lipogénesis.
Existen varios defectos metabólicos hereditarios del metabolismo de la fructosa.
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