Los objetivos del tratamiento de la AR son
- minimizar el dolor y la inflamación articulares
- prevenir la deformidad (como la desviación cubital) y el daño radiográfico (como las erosiones)
- mantener la calidad de vida (personal y laboral)
- controlar las manifestaciones extraarticulares.
Estrategia de tratamiento específico
- tratar la AR activa en adultos con el objetivo de lograr un objetivo de remisión o de baja actividad de la enfermedad si no se puede lograr la remisión (tratar según objetivo)
- considerar el objetivo de remisión en lugar del de baja actividad de la enfermedad para las personas con un mayor riesgo de progresión radiológica (presencia de anticuerpos anti-CCP o erosiones en las radiografías en la evaluación basal)
- en adultos con AR activa, medir la proteína C reactiva (PCR) y la actividad de la enfermedad (utilizando una puntuación compuesta como la DAS28) mensualmente en atención especializada hasta alcanzar el objetivo de remisión o baja actividad de la enfermedad (2).
Los pacientes con artritis reumatoide deben tener acceso continuo a un equipo multidisciplinar. Ello debería brindar la oportunidad de realizar evaluaciones periódicas del efecto de la enfermedad en sus vidas (como el dolor, la fatiga, las actividades cotidianas, la movilidad, la capacidad para trabajar o participar en actividades sociales o de ocio, la calidad de vida, el estado de ánimo, el impacto en las relaciones sexuales) y ayudar a controlar la enfermedad (2).
Además, los pacientes deben tener acceso a un miembro designado del equipo multidisciplinar (por ejemplo, la enfermera especializada) que sea responsable de coordinar su atención (2).
El tratamiento de la AR incluye
- médico
- tratamiento no farmacológico
- tratamiento quirúrgico
- problemas prácticos de la artritis reumatoide
Referencia:
- Wasserman AM. Diagnosis and management of rheumatoid arthritis. Am Fam Physician. 2011;84(11):1245-52.
- National Institute for Health and Care Excellence (NICE) 2018. Artritis reumatoide en adultos: manejo.