Este trastorno ampolloso autoinmune adquirido se caracteriza por ampollas subepidérmicas grandes y tensas sobre una base eritematosa.
Pueden detectarse autoanticuerpos (principalmente IgG) dirigidos contra los componentes de la membrana basal (1).
Suele ser una enfermedad de ancianos (2), que rara vez se presenta antes de los 50 años. En el Reino Unido, es más frecuente que el pénfigo, con una incidencia anual de 1 por 10000.
Afecta por igual a hombres y mujeres (1). El penfigoide puede estar asociado a neoplasias malignas, aunque este hecho ha sido cuestionado en estudios recientes (1).
Es el trastorno autoinmune bulloso subepidérmico cutáneo más frecuente (2). Existe una elevada tasa de mortalidad asociada a esta enfermedad (3).
El penfigoide puede asociarse a neoplasias malignas, aunque esto se discute en estudios recientes.
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Penfigoide bulloso asociado a fármacos (4):
Los esteroides tópicos de alta potencia y los esteroides sistémicos son la base actual del tratamiento (5).
Referencia:
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