La mayoría de las unidades pediátricas disponen de un protocolo para el tratamiento de los niños con cetoacidosis diabética. Un principio importante es el reconocimiento apropiado y la reanimación adecuada del niño antes de abordar el tratamiento sutil de la diabetes subyacente.
Evalúe y registre lo siguiente
- grado de deshidratación
- leve, 3% - apenas detectable clínicamente
- moderada, 5% - mucosas secas, turgencia cutánea reducida
- grave, 8% - superior con ojos hundidos, escaso retorno capilar
- shock - puede estar gravemente enfermo con mala perfusión, pulso filiforme y rápido (la reducción de la presión sanguínea no es probable y es un signo muy tardío)
- Nota: la sobreestimación del grado de deshidratación es peligrosa, por lo que no se debe utilizar más de un 8% de deshidratación en los cálculos.
- nivel de consciencia
- instaurar observaciones neurológicas cada hora, incluida la puntuación del coma de Glasgow, tanto si está somnoliento como si no en el momento del ingreso
- si está en coma en el momento del ingreso o se produce un deterioro posterior
- considerar el traslado a la unidad de cuidados intensivos pediátricos (UCIP) / unidad de alta dependencia (UAD) si está disponible
- considerar el inicio del tratamiento del edema cerebral (si el nivel de sospecha es alto, iniciar el tratamiento antes del traslado)
- N.B. el coma está directamente relacionado con el grado de acidosis, pero los signos de presión intracraneal elevada sugieren edema cerebral
- buscar indicios de
- edema cerebral: cefalea, irritabilidad, pulso lento, aumento de la presión arterial, disminución del nivel de conciencia (el papiloedema es un signo tardío)
- infección
- íleo
Se debe pesar al niño (si no es posible debido a su estado clínico, utilizar el peso clínico más reciente como guía o un peso estimado a partir de las tablas centile). Si se utiliza la superficie corporal para calcular la fluidoterapia, medir la altura o la longitud para determinar la superficie.
Considerar UCIP o UHD en los siguientes casos
- acidosis grave pH<7,1 con hiperventilación marcada
- deshidratación grave con shock
- sensorio deprimido con riesgo de aspiración por vómitos
- muy jóvenes (menores de 2 años)
- la dotación de personal en las salas es insuficiente para permitir una monitorización adecuada
Las siguientes observaciones deben llevarse a cabo y documentarse durante todo el periodo de tratamiento:
- balance estricto de fluidos con entrada y salida de fluidos cada hora (si es necesario, sondar a los niños pequeños/enfermos)
- Mediciones de glucosa en sangre capilar cada hora (pueden ser inexactas en caso de deshidratación/acidosis grave, pero son útiles para documentar las tendencias. No hay que fiarse de los cambios repentinos, sino comprobarlos con una medición de glucosa venosa en el laboratorio).
- niveles de cetonas en sangre capilar cada 1-2 horas, si no se dispone de análisis de orina para cetonas
- tensión arterial cada hora y observaciones básicas
- peso dos veces al día; puede ser útil para evaluar el equilibrio de líquidos
- observaciones neurológicas cada hora o más frecuentes al principio
- síntomas de cefalea o disminución del pulso, o cualquier cambio en el nivel de conciencia o en el comportamiento del niño
- cualquier cambio en el trazado del ECG, especialmente cambios en la onda T que sugieran hiper o hipopotasemia (1,2)
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