Hepatitis crónica por el virus de la hepatitis B

La hepatitis B crónica se define como la persistencia del antígeno de superficie de la hepatitis B (HBsAg) durante 6 meses o más tras la infección aguda.

• Entre el 2% y el 10% de los adultos inmunocompetentes no consiguen eliminar el HBsAg de la sangre y desarrollan una infección crónica.

El riesgo de infección crónica por el virus de la hepatitis B depende de la naturaleza de la respuesta inmunitaria a la infección inicial. Esto varía en función de la edad a la que se adquiere la infección (2)

En algunas personas, la hepatitis B crónica es inactiva y no presenta problemas de salud significativos, pero otras pueden evolucionar a fibrosis hepática, cirrosis y carcinoma hepatocelular (CHC)

• la progresión de la enfermedad hepática está asociada a los niveles de ADN del virus de la hepatitis B (VHB) en sangre
• sin tratamiento antiviral, la incidencia acumulada de cirrosis a los 5 años oscila entre el 8 y el 20%. Las personas con cirrosis se enfrentan a un riesgo importante de descompensación hepática si no reciben tratamiento.
• las tasas de supervivencia a cinco años entre las personas con cirrosis descompensada no tratada pueden ser tan bajas como el 15%.

La hepatitis B crónica puede dividirse en enfermedad con antígeno e (HBeAg) positivo o HBeAg negativo en función de la presencia o ausencia del antígeno e. La presencia de HBeAg se asocia normalmente con tasas más altas de replicación viral y, por lo tanto, con una mayor infectividad.

Referencia:

1. NICE. Hepatitis B (crónica): diagnóstico y tratamiento. Guía clínica CG165. Publicada en junio de 2013, última actualización: 20 de octubre de 2017
2. Organización Mundial de Gastroenterología (WGO) 2015. Guía práctica de la Organización Mundial de Gastroenterología. Hepatitis B