La epistaxis es una de las formas de presentación más frecuentes en los servicios de urgencias y es la urgencia otorrinolaringológica más común (1). La mayoría de los casos de hemorragia nasal son leves o autolimitados, pero en raras ocasiones pueden constituir una urgencia potencialmente mortal debido a una hemorragia masiva (1,2).
Se calcula que el 60% de la población general ha tenido al menos un episodio de epistaxis a lo largo de su vida (2).
- de ellos, sólo el 6% buscó asistencia médica para ello
- 1,6 de cada 10.000 requirieron hospitalización (3)
- se observa una distribución bimodal en la población
- la incidencia alcanza su punto máximo a edades inferiores a los 10 años y superiores a los 50
- en los jóvenes, la sangre procede de la zona de Little, una zona muy vascularizada situada en el borde anterior del tabique nasal. Con la edad, el lugar de la hemorragia se desplaza hacia atrás (2)
- es poco frecuente en niños menores de 2 años y, si se presenta, suele estar asociada a lesiones o enfermedades graves (4)
- también puede observarse una variación estacional con un aumento durante los meses de invierno (4)
- es más frecuente en varones que en mujeres (2)
La epistaxis puede deberse a causas locales o generales.
La epistaxis suele clasificarse en dos tipos
- hemorragia anterior
- hemorragia posterior (2)
Resumen de la epistaxis (5)
- la epistaxis es frecuente
- se estima que la prevalencia a lo largo de la vida en Estados Unidos es del 60%
- aproximadamente el 6% de las personas que tienen hemorragias nasales buscan atención médica
- el tratamiento de la epistaxis es sencillo en la mayoría de los casos, pero puede resultar difícil en pacientes con enfermedades cardiovasculares, alteraciones de la coagulación o disfunción plaquetaria.
- la epistaxis se controla adecuadamente de forma sistemática y escalonada
- tratamiento inicial
- en el entorno médico, se recomienda a los pacientes aplicar compresión digital en el tercio inferior de la nariz durante 15 a 20 minutos, seguida de una rinoscopia anterior
- la hemorragia anterior suele controlarse con vasoconstrictores tópicos, ácido tranexámico, cauterización o taponamiento nasal anterior
- ácido tranexámico intranasal
- las pruebas de un estudio revelaron que la adición de ácido tranexámico intranasal al tratamiento tópico controlado con fenilefrina y lidocaína estaba relacionada con una menor tasa de necesidad de taponamiento nasal anterior, estancia en A+E durante >2 horas y nuevas hemorragias en 24 horas (6)
- la epistaxis continuada a pesar de estas medidas requiere un tratamiento más agresivo, con la participación de especialistas en otorrinolaringología y cirugía de cabeza y cuello y, generalmente, ingreso hospitalario
Referencia: