No existe ningún tratamiento que revierta la cirrosis hepática.
Existen tratamientos que pueden ralentizar el desarrollo de diversos tipos de cirrosis hepática, por ejemplo (1):
- abstinencia de alcohol para la hepatitis alcohólica
- venesección para la hemocromatosis
- esteroides para la hepatitis crónica activa autoinmune
Las complicaciones de la cirrosis hepática, como la ascitis, la hemorragia varicosa y la encefalopatía hepática, se tratan adecuadamente.
Vigilar el riesgo de complicaciones (2):
- derivar a un centro especializado en hepatología a las personas que presenten complicaciones de la cirrosis o tengan un riesgo elevado de padecerlas
- calcular la puntuación del Modelo para la Enfermedad Hepática Terminal (MELD) cada 6 meses para las personas con cirrosis compensada
- considerar el uso de una puntuación MELD de 12 o más como indicador de que la persona tiene un alto riesgo de complicaciones de la cirrosis
Vigilancia del riesgo de carcinoma hepatocelular (2)
- ecografía (con o sin medición de la alfafetoproteína sérica) cada 6 meses como vigilancia del carcinoma hepatocelular (CHC) en personas con cirrosis que no tengan infección por el virus de la hepatitis B
- para las personas con cirrosis e infección por el virus de la hepatitis B
- realizar una vigilancia semestral del CHC mediante ecografía hepática y pruebas de alfa-fetoproteína en personas con fibrosis significativa (estadio METAVIR mayor o igual a F2 o estadio Ishak mayor o igual a 3) o cirrosis
- en personas sin fibrosis significativa o cirrosis (estadio METAVIR inferior a F2 o estadio Ishak inferior a 3), considerar la vigilancia semestral del CHC si la persona es mayor de 40 años y tiene antecedentes familiares de CHC y un ADN del VHB superior o igual a 20.000 UI/ml
- no ofrecer vigilancia del CHC en personas sin fibrosis o cirrosis significativas (estadio METAVIR inferior a F2 o estadio Ishak inferior a 3) que tengan un ADN del VHB inferior a 20.000 UI/ml y sean menores de 40 años
- no ofrecer vigilancia del CHC a las personas que reciben cuidados al final de la vida
Vigilancia de las varices esofágicas (2)
- tras el diagnóstico de cirrosis, debe ofrecerse una endoscopia gastrointestinal superior para detectar varices esofágicas, a menos que tengan previsto tomar carvedilol o propranolol para prevenir la descompensación
- a las personas en las que no se hayan detectado varices esofágicas, ofrecerles vigilancia mediante endoscopia digestiva alta cada 3 años
- ya se han sometido a una endoscopia para detectar varices esofágicas, y en los que no se ha encontrado ninguna y
- no estén tomando carvedilol o propranolol
- considerar la ligadura endoscópica simultánea de las varices si se detectan varices medianas o grandes durante la endoscopia gastrointestinal superior
El propranolol puede reducir el riesgo de hemorragia varicosa.
Debe considerarse el trasplante de hígado en pacientes con cirrosis hepática terminal
- el trasplante de hígado mejora la supervivencia de los pacientes con cirrosis alcohólica terminal (estadio C de Child-Pugh)
- la inclusión en la lista para trasplante hepático no mostró un beneficio para la supervivencia en comparación con la atención estándar para la cirrosis alcohólica en estadio B de Child-Pugh. Además, la inclusión inmediata en la lista de trasplantes aumentó el riesgo de cáncer extrahepático (1).
Prescripción y uso seguros de carvedilol y propranolol en personas con cirrosis (2)
Tenga en cuenta que:
- el carvedilol y el propranolol deben utilizarse con precaución en personas con cirrosis, ya que estos medicamentos pueden tener un mayor efecto sobre su frecuencia cardiaca y presión arterial
- el carvedilol debe evitarse en personas con insuficiencia hepática grave (por ejemplo, en aquellas con ascitis de gran volumen o refractaria)
Prevención primaria de la descompensación
- para las personas con cirrosis e hipertensión portal clínicamente significativa confirmada, o sospechada (por ejemplo, según lo indicado por un gradiente de presión venosa hepática de más de 10 mmHg o la presencia de varices esofágicas), considere las siguientes opciones para la prevención primaria de la descompensación:
- carvedilol como tratamiento de primera elección, ya que tiene menos efectos secundarios y un mayor efecto sobre la presión de la vena porta o
- propranolol como tratamiento de segunda elección, si el carvedilol está contraindicado.
Para las personas con varices esofágicas medianas o grandes, ofrecer:
- carvedilol o propranolol o
- ligadura endoscópica de las varices, si el carvedilol o el propranolol no se toleran o están contraindicados, o si la persona no puede tomar comprimidos regularmente debido a sus circunstancias.
Referencia: